Integrantes del equipo: Ma. de Lourdes López, David Atonaltzin Jiménez, Juan Manuel Fernández
En la actualidad, los docentes en México deberían comenzar a cambiar sus paradigmas sobre la educación. Hoy en día, la mayoría de los profesores se instalan frente al grupo, al lado de un pizarrón, frente a alumnos con cuadernos, libros y tareas. Frente a esto, una opción para el cambio paradigmático es la robótica y las nuevas generaciones ya están ambientadas con estos términos y con esta tecnología.
Un ejemplo de esto es el uso de LEGO, u otro tipo de dispositivos robóticos comerciales, que permite satisfacer el aspecto estético y funcional de los proyectos de robótica. En este sentido, se puede argüir que se ha tenido la experiencia en el desarrollo de una robótica pedagógica, en donde los instructores son una mezcla de actores, pedagogos y técnico-científicos que hacen del aprendizaje de la ciencia un juego divertido. Así mismo, se entiende que los dispositivos comerciales “ahorran” la fase de elaboración mecánica y eléctrica de los dispositivos robóticos y proporcionan a los alumnos robots “vistosos”.
En México, las instituciones educativas de nivel socioeconómico alto son las que utilizan, regularmente, LEGO en sus talleres de robótica, tal es el caso del ITESM, Colegios de Legionarios, entre otros; los cuales cuentan con infraestructura y recursos humanos capacitados para atender este propósito.
¿Cómo funcionan? Existen lotes de partes y componentes de LEGO que son utilizados colectivamente para construir en la escuela los modelos; si el estudiante quiere tener un robot, debe comprar el kit de LEGO para su uso personal. Por supuesto, existen otras propuestas, como la robótica póvera, con la cual se busca dar mayor accesibilidad a escuelas y alumnos, con una inversión moderada.
Un ejemplo de esto es el uso de LEGO, u otro tipo de dispositivos robóticos comerciales, que permite satisfacer el aspecto estético y funcional de los proyectos de robótica. En este sentido, se puede argüir que se ha tenido la experiencia en el desarrollo de una robótica pedagógica, en donde los instructores son una mezcla de actores, pedagogos y técnico-científicos que hacen del aprendizaje de la ciencia un juego divertido. Así mismo, se entiende que los dispositivos comerciales “ahorran” la fase de elaboración mecánica y eléctrica de los dispositivos robóticos y proporcionan a los alumnos robots “vistosos”.
En México, las instituciones educativas de nivel socioeconómico alto son las que utilizan, regularmente, LEGO en sus talleres de robótica, tal es el caso del ITESM, Colegios de Legionarios, entre otros; los cuales cuentan con infraestructura y recursos humanos capacitados para atender este propósito.
¿Cómo funcionan? Existen lotes de partes y componentes de LEGO que son utilizados colectivamente para construir en la escuela los modelos; si el estudiante quiere tener un robot, debe comprar el kit de LEGO para su uso personal. Por supuesto, existen otras propuestas, como la robótica póvera, con la cual se busca dar mayor accesibilidad a escuelas y alumnos, con una inversión moderada.